En agosto estuvo haciendonos la visita la pastora Claudia de Alba, de Santo Domingo, quien fue acogida con beneplácito por parte de la concurrencia.
Cláudia de Alba trae un mensaje fuerte de fe y esperanza.
Su forma energica y al mismo tiempo soscegada de entregar la palabra hace de su participación un evento memoraable.
Aprovechamos esta nota para dar las gracias públicamente por su visita y a nuestros congregados por acogerla.
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